jueves, 4 de junio de 2009

Tian'anmen

Hace veinte años ya. Unos hechos que nos colapsaron por heroicos y horribles al mismo tiempo. Miles de estudiantes, intelectuales, trabajadores, gente de todas clases y condición social, reunidos en una plaza, pacíficamente, para pedir a su gobierno las libertades básicas que todos tenemos el derecho a tener. Su voz era su única arma. Su voluntad, su única fuerza. Todo acabó de forma sangrienta cuando los tanques entraron en la plaza de Tien'anmen, aplastando y matando a miles de manifestantes. Una imagen dio la vuelta al mundo mostrándonos el sinsentido del momento: un muchacho, una figura pequeña e insignificante, delante de una hilera de tanques .

Una imagen terrible que quedó grabada en mi retina para siempre.




Hoy, veinte años después, debemos seguir recordando.

1 sorbitos:

Möbius el Crononauta dijo...

Esa imagen del chaval parando columnas de tanques no se me olvidará nunca. Por desgracia, aun hay muchos telones que levantar.

Saludos