Hace veinte años ya. Unos hechos que nos colapsaron por heroicos y horribles al mismo tiempo. Miles de estudiantes, intelectuales, trabajadores, gente de todas clases y condición social, reunidos en una plaza, pacíficamente, para pedir a su gobierno las libertades básicas que todos tenemos el derecho a tener. Su voz era su única arma. Su voluntad, su única fuerza. Todo acabó de forma sangrienta cuando los tanques entraron en la plaza de Tien'anmen, aplastando y matando a miles de manifestantes. Una imagen dio la vuelta al mundo mostrándonos el sinsentido del momento: un muchacho, una figura pequeña e insignificante, delante de una hilera de tanques .
Una imagen terrible que quedó grabada en mi retina para siempre.

Hoy, veinte años después, debemos seguir recordando.
Una imagen terrible que quedó grabada en mi retina para siempre.

Hoy, veinte años después, debemos seguir recordando.
1 sorbitos:
Esa imagen del chaval parando columnas de tanques no se me olvidará nunca. Por desgracia, aun hay muchos telones que levantar.
Saludos
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